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Nicolás Eyzaguirre, ex ministro de Educación: «Han pasado casi 10 años ¿no es injusto echarme la culpa?»

El economista, quien lideró el proyecto de desmunicipalización de la educación pública en el segundo mandato de Michelle Bachelet, defiende a brazo partido la reforma, hoy en entredicho por la crisis en Atacama. Aclara el papel del ministro de Educación y el jefe de asesores de Gabriel Boric en el diseño, y exige una investigación seria y a fondo. “Existe una guerrilla para destruir al FA, al PC, al Socialismo Democrático y, si estoy yo como bacheletista, con mayor razón”. | LENKA CARVALLO GIADROSIC

(Entrevista publicada el domingo 5 de noviembre en Cuerpo de Reportajes de El Mercurio. Foto: Cristián Carvallo).

Nicolás Eyzaguirre Guzmán (PPD) abre la puerta de su de- partamento afirmado en una muleta. “Me operé recién de la rodilla, me pasa por salir a trotar cuando ya no estoy para esas cosas”, señala quien fuera jefe de la billetera pública de Ricardo Lagos y miembro del gabinete durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet en Educación, la Segpres y Hacienda.

Exdirector del FMI, con un posgrado en Harvard, miembro VIP del Socialismo De- mocrático y amigo íntimo de Michelle Bachelet, Eyzaguirre está hoy en el ojo público por la crisis del proceso de desmunicipalización de la educación pública en Atacama, que hoy tiene a los docentes de 46 colegios de la comuna en paro hace dos meses, con 30 mil alumnos sin poder retomar las clases por no contar con las condiciones mínimas de infraestructura.

La crisis preocupa al Gobierno. Considerada la mayor reforma estructural de la educación pública desde la dictadura, para la conformación del proyecto participaron dos de los principales líderes del movimiento estudiantil, entonces asesores de Eyzaguirre: el actual ministro de Educación Nicolás Cataldo (PC) y el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi (RD).

Eyzaguirre explica su rol: “Ellos no tuvieron nada que ver con el diseño; solo se en- cargaron de la relación con los grupos de interés, como el sector de los profesores y los estudiantes, por ejemplo, con los que hubo que conversar mucho, porque la cosa no era fácil”.

Enciende un cigarrillo: “Este no fue un proyecto ideológico donde la oposición es- taba en contra y la izquierda a favor. La desmunicipalización fue un cambio de gestión y administrativo, cuyo diseño fue pactado con la derecha y la ley fue aprobada por abrumadora mayoría, porque existía una visión transversal de que la educación municipal estaba en decadencia. Conversé hasta la saciedad con senadores como Ignacio Walker (DC), Andrés Allamand (RN), Ena von Baer (UDI). Pero se están contando puras medias verdades y se mezcla todo, con el claro pro- pósito de afectar al gobierno del Presidente Boric… Hay una guerrilla por deslegitimar a todos los que pertenezcan al FA, al PC, al Socialismo Democrático y, si estoy yo como bacheletista, con mayor razón”.

—El proyecto se aprobó con unanimidad, pero hubo varias advertencias muy duras de la oposición. También propusieron otras fórmulas, como excluir a los municipios que lo estaban haciendo bien.

—El consenso fue hacer una transición larga, implementando los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) gradualmente, con un comité a cargo de ir monitoreando la marcha, apurando o ralentizando según el caso, con un esquema flexible, y acordamos dejar a los que estaban bien para el final, pero no excluirlos. Hubo tensiones, pero el diálogo no fue particularmente áspero.

—Pero algunos de los mayores críticos de la desmunicipalización han sido los dirigentes de los profesores, que no son precisamente de derecha…

—Por muy válida que sea su posición, ellos tienen intereses creados, no los tomemos como el fiel de la balanza. Yo tuve muchos conflictos con ellos, porque creen que para mejorar la educación hay que subirles a todos el salario, pero sin que se mida su productividad.

—¿Y qué es lo que está pasando en Atacama según usted?

—Su infraestructura escolar estaba destrozada por los aluviones del 2015, a lo que se sumaba una tremenda precariedad escolar.

“Según he indagado, la comisión de evaluación del proceso emitió múltiples informes que les llegaban directamente al Presidente Piñera y hoy al Presidente Boric. En todos se ha alertado de cuatro problemas muy graves, entre ellos la rigidez presupuestaria, pero hasta el momento no se ha podido solucionar, porque no han logrado ponerse de acuerdo ni en el gobierno anterior ni en este”.

—¿Con qué otras alertas ha dado esta comisión?

—Como el traspaso es gradual y los municipios saben cuándo se les acerca el plazo, dejan de hacer inversiones, de pagar deudas y, como todos sabemos que muchos alcaldes usan la educación para pagar favores políticos, queda una sobredotación de profesores y asistentes. Toda esta información se les traspasó a los mandatarios, pero no se ha podido solucionar, porque los municipios se rigen por una ley orgá- nica constitucional y no hay forma de meterse.

—¿Con qué más se encontraron?

—Muchos problemas de gestión se deben a que no hay capital humano. En Atacama, por ejemplo, las personas que llegaron por Sistema de Alta Dirección Pública no funcionaron; luego las cambiaron y tampoco resultaron. Se trata de una debilidad severa, por lo tanto habría que ir formando gente capacitada para gerenciar estos servicios y no elegir de lo que hay…

—¿No lo vieron venir?

—Acordamos que los dirigentes de los SLEP se rigieran por Alta Dirección Pública, para sacarlos de las influencias políticas. No me consta, pero según he averiguado, cuando las personas no funcionan, los líderes locales se empiezan a meter y tratan de poner a su gente. Eso no se ha podido corregir, porque requiere acuerdos políticos y coordinar a distintos ministerios, cosa que en Chile es muy difícil. De partida, para que los municipios no entreguen los colegios a mal traer, tendría que estar el Ministerio del Interior, del cual dependen. Para lograr que se repare la infraestructura, debe estar el MOP. Para lograr flexibilidad presupuestaria, el Ministerio de Hacienda, y para lo educativo, el Mineduc.

Suspira molesto.

“Entonces, asumo lo que haya que asumir. Han pasado casi 10 años, estuve en el ministerio un año y medio (entre marzo de 2014 y junio de 2015), ¿no es un poquito injusto echarme la culpa?”.


“Muchos alcaldes usan la educación para pagar favores políticos”.

Nicolás Eyzaguirre

Eyzaguirre es crítico al borde de lo flagelante al evaluar el proceso constitucional de estos últimos años

“He estado reflexionando mucho y mi conclu- sión es que de principio a fin ha sido un gran error. Creo que una constitución refundacional, hecha por unos ‘elegidos’ nunca tuvo goyete. Chile vivió una transición pactada, con Pinochet como senador vitalicio, y la forma en que nos constituimos en democracia fue una síntesis de viejos sueños sociales de la izquierda, con una visión individual-conservadora de la derecha… Pero hicimos como si ese sector de los ‘70 y ‘80 nunca hubiese existido; pasamos por alto que el Sí obtuvo el 44% en el plebiscito de 1988. Su

fuerza electoral se ha mantenido más o menos igual. ¿Cómo íbamos a lograr un consenso en un país tan fragmentado y dividido, en torno a una Carta Magna común? Bueno, la experiencia ahora lo demuestra. Por eso digo que fue un sueño romántico creer que podríamos lograr una Constitución de consenso o que un sector podría imponer sus ideas al otro”.

“El gran error del FA es el mismo que el de ahora con los republicanos: querer hegemonizar el proceso. Esa es la semilla de su fracaso”.

—Pero Ud. votó Apruebo…

—Con una lista larga de reparos muy serios, porque había verdaderas aberraciones. Fui de

los pocos en decirlo públicamente; quizás me faltó fuerza para golpear la mesa.

—Si desde el principio todo fue una utopía romántica, ¿qué se debió hacer entonces?

—Tuvimos que haber partido con un gran pacto social que al menos se pudiera lograr, poniéndonos de acuerdo en aspectos fundamen- tales, como pensiones, salud, educación y segu- ridad. Al menos, el terreno estaba abonado entre los empresarios. Acuérdate del “dar hasta que duela”, como dijo uno por ahí. Pero pusieron la carreta delante de los bueyes; se persiguió el másynoobtuvimosnisiquieraelmenos.